En un perol de aluminio
lave y ponga a remojar,
en doce tazas de leche
una, de arroz popular.
Mucho influye que la leche
venga de vacas honradas
que tengan toro sin cuernos
y que esten bien ordeñadas.
Eche un palo de canela;
ponga la mezcla a cocer
a fuego lento, batiendo
porque se suele prender.
¿Ya el arroz está blandito?
pues añadale recién
doscientos gramos de azúcar
y la vainilla también.
Puede agregar si desea,
algo de coco rallado,
Retire del fuego ahora
y es asunto cocinado.
Pero no olvide el consejo,
en ningún caso reproche,
la leche es mejor de vacas,
que nunca salen de noche.
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