viernes, 4 de septiembre de 2009

Desde Lejos


Que cerca está de tí mi corazón
y yo, tán lejos!
Tierra vibrante y mía!
Cuna solar de mis primeros sueños
Urna del hada azul de los recuerdos.
Yo,
Pedazo de tu pampa
Estremecida de distancia,
Espiga madurada de trópico y enero
Ausente de las lámparas de la luz de tus palmeras
Sigo rondando en sueños
Las mariposas de cristal del viento
Refrescando las alas
En tus noches lunares
Yo sé de tus solazos
Quemando las espalda de los días,
Conozco el crepitar del aguacero
Lavando en cataratas
Tus campos estivales.
Me forjó la llovizna,
El tul crepuscular que llevo ahora.
Yo me traje en los ojos los verdes arrozales
En las manos
La espuma perlada de tus ríos,
Está intacto a mi sed
Tu aljibe antiguo,
La tinaja,
Campana trasnochada de greda y de bajío,
Aún vuelca en la tutuma,
Media luna coplera
Su fiesta de burbujas.
He visto muchas veces,
Galopar el invierno sobre tus arenales,
Lo ví trizar tus calles
Polvorientas y estrechas
en multiples esquirlas
de vidrio y de rocío,
Y ahora,
atardecida y sola,
volviendo la mirada
a la pradera imsomne
me encamino a una senda de secretos
apenas olvidada por el tiempo
en cada despertar
una sombra pequeña
aún perfila sus rizos
acariciando el ventanal del alba,
la descubro danzando todavía,
sobre la arena de tus atardeceres
con la música gris de los surazos.
Yo,
de alguna manera
me quedé en tus paúros
para beber sus aguas en silencio,
y sigo siendo un árbol de tu bosque
Trémulo de pájaros mojados por la lluvia
Santa Cruz.

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